El puterío no es lo mismo que el chisme. Este último es sólo una infidencia para la difamación de una persona. Pero que se sostiene mientras esa persona no sabe que se habla de ella. El puterío, en cambio, es el chisme del cual la otra persona se entera que ha recaído sobre sí mismo. Entonces, el puterío comienza a intervenir sobre el otro, lo saca de sus casillas y lo hace estallar. Cuando uno se mete en un puterío, posiblemente, salga cargando todas las consecuencias y padeciéndolas. La diferencia parece sutil; pero no lo es, porque mientras el chisme es un fenómeno enteramente discursivo, el puterío obliga a la acción y recae sobre el afectado para movilizarlo a actuar sobre la boca que habla y callarla de una vez. Mientras el puterío interfiere en la realidad y la desquicia, el chisme, en cambio, se contenta con el secreto y la tranquilidad en un juego de complicidades. Te advierto que si te metés acá, en este tremendo puterío, no vas a poder evitar el quilombo y mucho menos dejar tu realidad, tal y como la conocés, sin alterarla. Lo lamento mucho por quienes caigan en la volteada.
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1 comentario:
Si ambas son enfermedades inoculadas por la sociedad; la vacuna es actuar con Altura, simplemente tratarlas como a un resfrío, a las 3 semanas o 21 días, se habrán olvidado.
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